
"Pandora trajo la caja llena de males y la abrió. Era el presente de los dioses a los hombres, un hermoso presente de seductora apariencia, llamado "La caja de la felicidad". Al abrirla, salieron volando todos los males, seres vivientes con alas: desde entonces rondan entorno nuestro y atormentan a los hombres día y noche. Sólo uno de los males quedó en la caja; entonces Pandora, cumpliendo la voluntad de Zeus, cerró la tapa dejándolo dentro. Ahora el hombre tiene para siempre en si mismo la caja de la felicidad y piensa maravillas del tesoro que posee en él, tiene la caja a su disposición y se sirve de ella cuando le place; pues no sabe que esta caja traída por Pandora era la caja de los males, y considera el mal que quedó en su fondo como la más grande de las dichas: se trata de la esperanza. Zeus quería, en efecto, que el hombre, por grandes que fueran las torturas que sufriesen a causa de otros males, no rechazase, sin embargo, la vida y continuase dejándose torturar siempre de nuevo. Por eso dio al hombre la esperanza: ésta es en verdad, el peor de los males, porque prolonga la tortura de los hombres".
Nietzsche, Federich: Humano, demasiado humano, página 76.
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