lunes, 27 de agosto de 2007

EL SENTIDO DEL DOLOR



El dolor es una experiencia, una realidad que, hoy en día, es muy poco comprendida. Esta sociedad no nos prepara para las frustraciones, sino para el exitismo; la gente tiene pánico de que no le resulten las cosas. Desde niños, la educación va más bien por otra línea: lo mínimo de vida interior y lo máximo de tener cosas para sentirse personas; por eso, hoy día, muchos sicólogos nos dicen que el ser humano que esta sociedad, que este siglo, ha formado un ser humano que se quiere poco, que no comprende y que busca el sentido de la felicidad siempre hacia afuera, como que no comprende su vida, como que no han sido acompañados; entonces, frente al dolor, es pura incomprensión.
Por ejemplo, una familia cuando tiene un hijo con problemas, empieza a gastar mucha plata, llevándolo a sicólogos, siquiatras, pero nunca se plantean, como familia, por qué este hijo ha caído en este dolor tan profundo. A veces, los dolores más profundos no son físicos, sino sicológicos, las depresiones son dolores brutales. Estar deprimido es diferente a estar triste por la muerte de un ser querido u otro problema. La depresión es como el cáncer del alma, te va matando de apoco, no se ve pero esta ahí siempre y es como tener el mismo infierno dentro de ti.
Asumir que se es un “ser depresivo” es difícil, por que es asumirse uno mismo con sus defectos y con sus virtudes, hay gente que le lleva una vida entera tratando y no lo consigue pero hay otros que cuando lo asumen tienen que enfrentarse con una dura realidad que tiene directa relación con tu calidad de vida y es que el hecho de tener que tomar pastillas de por vida produce una tremenda angustia ya mas de la que tienes debes enfrentarte al hecho de que sin esas putas pastillas te vas a la mierda. Un medico por ahí me dijo míralo de esta forma: eres como un diabetico, si no te tomas esas pastillas te sube la glisemia en tu caso la angustia y que prefieres? Obvio que llega un momento en que ya no das mas de la pena y nada que hacer…
Todo es bipolar el mundo es bipolar todo tiene dos extremos el bien y el mal son dos polos de una misma cosas o como sabríamos que es el bien si no conociéramos el mal como sabríamos que es la alegría si alguna vez no hubiéramos experimentado el dolor. Demás esta decir que ser bipolar en estos tiempos es “cool” si es como estar en onda con los tiempos, ahora todos son depresivos y lo cuentan como que fuera la ultima moda de la post modernidad es como la enfermedad del siglo pero lo han vivido realmente o es que los psiquiatras encontraron la formula del éxito diagnosticando y diagnosticando depresivos de por vida para así no perder mas al cliente? Cuando uno habla del dolor, no debe hablar del dolor en el aire, tiene que hablar de un trasfondo emocional que tiene que ver con el alma y para eso, tocamos el ser humano, ¿qué somos nosotros como personas? ¿Cuál es el sentido más profundo del ser humano? El P. Hurtado decía que el sentido del hombre no es sufrir por sufrir, sino ser capaz de ser valiente para sufrir por otros, para darse y jugársela por otro; y eso significa, muchas veces, pasar por momentos de incomprensión, es decir, el sentido de la vida no es centrarme en mí mismo, sino que el sentido que la vida tiene está en relación a los demás.
La persona es un ser pluridimensional, (pluri significa muchas); la persona es un mundo. Una diversidad de cosas pasan en ti, tú no eres como crees, tienes muchas dimensiones en tu ser humano que te hacen persona y eres también, plurirrelacional: El hombre es un ser en relación con los demás, es una multitud de relaciones humanas, que vamos encarnando en nuestra vida. Nosotros somos, hoy, una serie de personas en nuestro entorno, no somos una isla. Esto es muy importante para ir comprendiendo, para ir metiéndonos en el tema del dolor, porque muchas veces el tema del dolor es vivir el dolor sin esas dos dimensiones, sin darme cuenta que yo no soy solo, que si yo estoy sufriendo, hay muchas personas que están sufriendo conmigo: no estoy solo.
Hay mucha gente que cuando está en un momento de incomprensión, de dolor, tiende a aislarse; es la peor receta y dicen, como con una frase muy inteligente “que lo hago para no hacer sufrir a los otros”; lo que más hace sufrir a la persona que uno quiere es cuando ha visto que ha sufrido solo y no ha sido capaz de compartir parte de su dolor. A veces, la experiencia de dolor no es la experiencia más negativa de nuestra vida. Dolor = negativo olvidarse = esconderlo; eso es lo que tendemos a hacer. Cuando lo estoy negando, estoy diciendo que sí me molesta; con esta negación, estoy diciendo que sí me ha tocado este dolor. No somos animales, somos seres sensibles.
Los momentos de dolor son los momentos más profundos del ser humano, momentos en los que se hace muchas preguntas.
El dolor, tenemos que aprender a asumirlo, no vivir escondiendo las cosas; querer asumir toda mi vida, no lo que me pareciera como de exportación; nada se supera, si no se integra. Los dolores más profundos, si no los hago parte de mi vida, van a ser siempre algo negativo; Si los integro, van a ser mi gran fuerza, para comprender que la vida tiene sus cosas altas y sus cosas bajas, para hacernos hombres y mujeres más profundos, personas capaces de dar razón de la vida, que ya no le van a pedir Cada persona es un ser único, digno, fundamentalmente, por la capacidad de amar; amar no significa endulzar las cosas, amar significa búsqueda de la verdad y la verdad no es mi verdad, que te la impongo a ti, sino que se construye siempre en un diálogo. Si no salimos de nosotros mismos, nunca vamos a amar. Debemos ser capaces de darnos cuenta de nuestra dignidad. Pasa, en esta sociedad de consumo, que la vida interior, que nos hace personas sólidas, se va destruyendo, entonces nos queremos poco; es una sociedad que nos hace no valorarnos como personas, sino valorarme a través de lo que tengo, de lo que poseo. Y por eso, estamos siempre demostrando lo que hacemos, esperando que nos valoren, que nos quieran. Debemos ser capaces de caminar por esta vida por nosotros mismos.
Somos seres que nacemos indefensos, todo lo vamos adquiriendo a través de la vida. El ser humano debe estar consciente de lo que está adquiriendo, hoy en día: frustraciones, pánico. El ser humano, hoy, no está preparado para estas situaciones y cuando viene un dolor, se le tapa. Le tenemos pánico al dolor, al sufrimiento, nos da miedo; lo guardamos, diciendo que ya lo superamos, pero igual como sucede con una persona que sufre una discapacidad, es un proceso lento, de años, para asumirlo. Y así es con todos, aceptar y reconocer nuestras fallas y manera de ser, también es un proceso largo, cuesta mucho. La persona es una estructura pluridimensional, por ello no debemos encasillarnos, eso produce mucho dolor. También la infancia marca al ser humano: una infancia dolorida hace un adulto triste, acomplejado. La sociedad no nos hace reflexionar sobre el dolor, nos cuesta mucho hablar del dolor, de la muerte, lo evadimos. Si no cultivamos nuestra vida interior, no podremos enfrentar los momentos difíciles de la vida, en forma positiva. El ser humano es frágil, vulnerable; darme cuenta que yo soy vulnerable, que tengo mis pifias, que no soy perfecto, que tengo mis grietas en mi vida, me hace mucho más comprensivo de las grietas y pifias de los demás.
El dolor es una experiencia que debe ser acompañada, más que dar una respuesta; no se debe anestesiar; los cristianos no estamos para consolar, sino para acompañar al que sufre.
Somos vulnerables y esa es nuestra riqueza. Busquemos juntos, crezcamos juntos, asumamos nuestros dolores juntos, logremos un diálogo verdadero con el otro. El dolor acompañado, desde la perspectiva de Jesús, pasa a ser algo interesante, en lugar de negativo, me hace una persona un poco más profunda, me libera. Pero no se trata de aceptar el dolor en una actitud pesimista, fatalista.
El hombre que teme conocerse, no crece. Mi yo público debe ir enriqueciéndose de mi yo interior, de mi vida. En un mundo, cada vez más individualista, no tenemos la experiencia de compartir el dolor del otro.
Dios nos llama a través del dolor. Por que así como el oro se funde en el fuego los cristianos nos fundimos atravez del dolor y solo así encontraremos la verdadera paz. La enfermedad y la depresión son experiencias muy profundas para el que sabe escuchar, sus voces interiores; hay mucha gente que usa el dolor para ser el centro de la atención. El dolor sin sentido es una amargura. Utilízalo a tu favor para crecer, para crear, para hacer de tu vida algo realmente extraordinario, disfrutar el día como si fuera el último de nuestras vidas, y que el dolor no te consuma al contrario del dolor nacen hermosas criaturas, nuevos seres humanos quizás mucho mas humanos…

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